miércoles, febrero 16, 2005

Mi debilidad, es mi fortaleza...

Queridos bloggeros:
He leído atentamente el supuesto bélico expuesto por La Tierra del Sur y que tantas contestaciones, interesantísimas, ha suscitado. Permitidme que yo aporte mis conclusiones. Vosotros, los españoles, sois militarmente superiores, de eso no me cabe duda. Incluso con la hipotética, - y a pesar de lo que creais, casi imposible -, ayuda francesa, un conflicto bélico se resolvería, a la larga, a vuestro favor. Por supuesto que os podemos causar mucho daño, pero creo que teneis una capacidad importante de recuperación y acabaríais por superarnos. Luego, por tanto, militarmente hablando, la guerra está perdida para nosotros. Por tanto, se trata de ganarla en otra parte, no en el campo de batalla, ni en los cielos, ni en el mar. Vuestro Príncipe de Asturias, vuestras F-100 y vuestros F-18, con ayuda o no de los AWACS de la OTAN serían actores secundarios en un escenario donde creo que yo puedo ganar.
Os lo explico: Marruecos es un país inestable. Está sumido en la pobreza. Las diferencias económicas con vosotros son enormes. Ello hace que gran parte de la población viva en la miseria. Y esa miseria es el caldo de cultivo ideal para que prendan en las mentes y los corazones de mis queridos súbditos: la esperanza de un mundo mejor basado en la interpretación férrea del Corán. Es decir, y dicho en plata: Marruecos es una pequeña bomba de relojería a punto de estallar por culpa del integrismo islámico. Si estalla y ellos ganan, - que según se expone en La Tierra del Sur, no es descabellado -, Marruecos será la punta de una lanza integrista apuntando al vientre blando de la vieja Europa, es decir, vosotros, España.
Por supuesto, los primeros en caer no vais a ser vosotros, sino yo mismo. Es decir, mi trono. La monarquía alauita se va, como decís por ahí, al carajo. Por tanto, he de salvar mi trono, y con él, la estabilidad en el norte de África y la tranquilidad para vosotros, mundo occidental. ¿Cómo lo hago? Lógicamente, venciendo a un enemigo externo. ¿Cuál? Argelia no, porque es árabe, como nosotros, y una lucha entre hermanos árabes puede ser mala propaganda cuando lo que se quiere es galvanizar a una población que está presa de un integrismo religioso que defiende la unidad entre todos los seguidores de Alá. ¿Quién me queda? España, claro. Manos a la obra, iniciamos las hostilidades. El pretexto: una pequeña isla, esa misma de La Tierra del Sur. O las mismísimas Ceuta y Melilla, o la plataforma continental que rodea Canarias... da igual. Sé de antemano que vosotros sois más fuertes y que por lo tanto, o gano la guerra o la más que previsible derrota será el canto del cisne de mi monarquía. ¿Cómo la gano? Si hemos dicho que no puedo hacerlo militarmente, por más daños que os pueda causar, está claro que se ha de ganar en los despachos de Washington, Madrid, Nueva York, París y Rabat. ¿Cuál es mi mejor arma en esas mesas? Lógicamente, mi propia debilidad.
Mirad la situación: soy Rey de un reino próximo a caer en la marea integrista. Esto supone que la media luna islámica se encuentra ya a quince kilómetros escasos de las playas europeas. Un panorama de inestabilidad regional se abriría en África del Norte si los integristas logran el poder en Marruecos. Un aliado fundamental de los EEUU cae, como una pieza más, en el fenomenal tablero de ajedrez que es el Mediterraneo. La costa sur del Estrecho de Gibraltar en manos integristas... Todo eso pasaría si pierdo la guerra. ¿Créeis que quienes mandan en el mundo van a permitir que eso pase? ¿De verdad pensais que entre vuestra debilidad y la mía no van a preferir la mía? Vosotros sois un país rico, próspero y que, aunque pierda un conflicto bélico, permanecerá solidamente atado al mundo occidental. No sois, con vuestra derrota, amenaza para nadie. Sin embargo, si yo caigo, Marruecos se radicalizaría contra occidente y más pronto o más tarde la marea integrista necesitaría de vuestra intervención y la de vuestros aliados en toda la zona del Estrecho. Por tanto, me necesitais, para que yo frene todo eso. Y como me necesitais, no podeis permitir que Marruecos pierda una guerra en la que yo me juego la corona y la cabeza.
Conclusión: todo es política. Vuestros aviones tendrán que aterrizar. Los barcos volver a puerto y los soldados desfilar en vuestros cuarteles, eso sí, con honor, porque una paz honrosa siempre es posible conseguirla. Pero vosotros no ganáis la guerra, aunque venzáis militarmente. Os presionan para llegar a algún tipo de acuerdo amistoso. Ya os lo dije una vez: mi debilidad es mi fortaleza.
Mohamed VI

5 Comments:

At 10:49 p. m., Blogger Alberto Pertejo-Barrena said...

Mohamed VI, (no sé si hay que llamrle majestad), tiene usted mucha razón. Eso es lo preocupante...

Fdo:Un español preocupado por lo que pasa en España.

 
At 7:37 p. m., Anonymous Anónimo said...

Un par de comentarios tocacojones** Creo que el mayor peligro no es un gobierno islamista en Marruecos, muy preocupado por consolidarse en el interior y por presentarse internacionalmente. Vamos que lo último que pensarían sería en embarcarse en batallitas. Más peligroso sería M. VI a punto de caer: una guerra exterior para acallar las criticas del interior.
** A ver si no pasa tanto tiempo entre blog y blog que estamos en ascuas ;-)
** ¿Ha pensado en hacer un wargame con la información acumulada?
NAC

 
At 8:46 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ficción que sin embargo resulta extrañamente real por los tiempos en los que vivimos. Te devuelvo la visita y por lo que veo (me gusta) se sucederán otras.

Suerte y sigue así.

Netrunner

 
At 7:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

Porque atacar en el sur? Porque no desgastar antes al enemigo? Unas bombas sucias(explosivos con material radiactivo, que se esparce por la explosión) dirigidas CONTRA ESPAÑA,pero en territorios en los que haya movimientos independentistas? El "ejemplo" Carod al reves. Cambiamos el no atacar cierta tierra al no "ser" española (según algunos) por atacarla mientras lo sea. Crisis interna, posible confrontación interior,... Se debilitar al enemigo y atacamos luego. (Muerte de Franco - Marcha Verde)

 
At 7:50 p. m., Blogger Alberto Pertejo-Barrena said...

Hombre, todo es posible, pero he preferido no meter el berenjenal del material radioactivo. La secuencia de actos es la siguiente:
- gobierno islamista
- derrocamiento de M6
- ONU les echa del Sahara a los marroquíes.
- Petroleo en el Sahara
- Isla imaginaria, española, con un gobierno ultranacionalista promarroquí y obviamente independentista.

Ellos saben que no pueden ganar...el petroleo a 69 dólares barril...la CIA interviene ¿cómo?...eso ya te lo dejo para que lo leas.

Un saludo y gracias por los comentarios.

 

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